martes, 24 de febrero de 2015

¿Educación de excelencia o de élite?

El día 16 de febrero entraron a clases 300 alumnos de un colegio en la comuna de Renca, la razón es que durante 2 semanas "nivelarán" a quienes ingresan a ese colegio provenientes de otros establecimientos educacionales con un menor nivel (todas mediciones que se hacen con números para algo que no debería ser cuantificable como lo es la Educación). Voces de expertos dicen que con dos semanas no basta para nivelar y en el colegio dicen que con eso les alcanza y que han tenido resultados, una eterna discusión.

Lo que llamó mi atención fue otra cosa y ocurrió en el momento en que en un canal de televisión le preguntan a la alcaldesa de Renca sobre la Reforma Educacional que se viene en Chile. Por supuesto que ella iba a estar en contra pues pertenece a un partido político contrario al actual Gobierno. Lo que ella no pensó es que sus argumentos contra estas modificaciones sirven para reafirmar lo necesario que es una intervención en la Educación.

Una vez más el argumento usado para estar en contra de la Reforma fue la NO selección de alumnos. Vicky Barahona dijo que eso era perjudicial pues dejaba a muchos niños que merecen ese tipo de educación sin la posibilidad de acceder ya que deberán enfrentar un sorteo. Entonces me pregunto ¿Es que acaso solo unos pocos merecen acceder a una Educación que ellos llaman "de excelencia"? Si la educación es tan buena como dicen entonces da lo mismo el alumno que entre a ese colegio.

Por otro lado ese colegio de Renca es municipal, entonces me pregunto ¿Por qué el resto de los colegios municipales de esa comuna no es de excelencia? Si los administradores son los mismos no veo el porqué un solo colegio sea de excelencia y el resto no. Si todos tuvieran el mismo nivel entonces no le temerían tanto al tema de la no selección. ¿Qué estará esperando la alcaldesa para que todos los colegios de su comuna sean iguales? Tal vez quiere que por arte de magia lo sean.

Lo que acá veo, y no solo en el caso de Renca, es que no hay voluntad para mejorar, se escudan en el tema de que es un error no seleccionar a los alumnos de tal o cual establecimiento en vez de hacer que todos sus colegios tengan el mismo nivel del cual se jactan. Esto lo único que me está diciendo es que la "Educación de excelencia" solo es posible cuando el alumnado ya viene con un capital humano elevado, o sea, a los que tienen menos no les da el cerebro para educarse como los demás... eso es lo que me están diciendo.

Creo en la Reforma y creo que no seleccionar alumnos es un beneficio para la Educación. Lo mismo que se hace en un colegio "de excelencia" se puede hacer en los otros, solo depende de la voluntad. Por tanto hago un llamado a la alcaldesa de Renca que en vez de preocuparse de salir en la tele para reclamar contra la Reforma se ponga a trabajar para que en todos sus colegios se logre la excelencia que dice haber logrado en este otro Liceo.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

jueves, 19 de febrero de 2015

Un viaje, mil recuerdos

De pronto el bus baja la marcha y se mete por caminos estrechos, con un cerro a un lado y hacia el otro se empezaban a ver algunas casas. La tierra era el elemento que sobresalía en todo ese pueblo desconocido para mí.

Niños corrían por las calles de tierra, también en algunas plazas y en las canchas ya gastadas por su uso. Nuncha había estado ahí, pero ese pueblo tenía una magia especial, un encuentro con mi niñez, con esa inocencia de los juegos y de la vida sencilla. En los patios se veía la ropa colgada en esos tendederos hechos con alambre o con una simple cuerda, levantada por un palo largo.

El movimiento de la gente del bus me indicaba que algunas personas se bajarían y ahí fue cuando miré hacia adelante y vi en letras grandes que decía: Terminal de buses de Ovalle.
Leer eso y traer a la mente a mi amigo Rodrigo fue algo inmediato. Siempre escuché de boca de él las historias sobre Ovalle y Guanaqueros, "sus tierras" como él le dice aún.
Más encima esa misma semana cumplía años de vida mi amigo y yo estaría a más de 400 kms. de distancia, y aunque ni siquiera lo llamé siempre lo tuve presente.

Ver esas canchas e imaginarlo a él cuando chico jugando entre la tierra fue inmediato. En ese entonces ya era malo, pero bueno, es mi amigo, no por eso lo voy a dejar de querer. Algo mejoró con la pelota en los pies.
Si bien no me bajé del bus ese pequeño recorrido por Ovalle me llevó a entrar en su mundo y sentirme un poco más su amigo.


Amigo mío, sé que ni siquiera te llamé ese 13 de febrero, pero mediante estas líneas te quiero desear un muy buen año de tus tantos que ya llevas en este mundo.
Un abrazo enorme a la distancia.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

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