lunes, 22 de agosto de 2011

La eterna juventud

La leyenda cuenta de una fuente que tiene la propiedad de curar enfermedades y devolver la juventud a quien ya la ha perdido, el único requisito es beber un poco de sus aguas o bañarse en ellas.

Hay quienes dicen que la juventud se lleva en la sangre, otros que en el espíritu, pero la cosa es muy clarita: los años no pasan en vano.

En Octubre de este año recién cumpliré los 34 y sin embargo mi cuerpo ya se está quejando (según mi mujer, mi cabeza también ha empezado a sentir los rigores del paso del tiempo).
Siempre me ha gustado hacer deporte, desde pequeño, preferentemente fútbol. El trote también es uno de mis deportes favoritos y como vivo en una ciudad llena de cemento me dediqué a participar de las diversas corridas citadinas, para lo cual me tuve que preparar con anterioridad.

El 10 de Julio de este año participé en la corrida Providencia 10K, ahí en la foto está mi pose de campeón después de haber llegado en 55 minutos.

Al parecer la preparación en el cerro me pasó la cuenta, mi rodilla derecha (siempre me ha dado problemas la derecha) no dio más y durante más de un mes me ha reclamado descanso. Ni fútbol he jugado, pero tanto caminar también ha hecho que me resienta, así que tuve que partir al doctor.

El diagnóstico fue: "inflamación del cartílago de las articulaciones". Al preguntarle el motivo de que se haya producido eso me dijo que era una suma de factores: el trote en cemento (fatal para las rodiilas), el calzado inadecuado y el que los años no pasan en vano.

¿Viejo yo? Por favor, todavía me queda cuerda para rato... No, si las canas me las pinto para verme más "interesante"... Ya pues doctor, no sea así, si yo todavía me la puedo, no me mande al asilo todavía... un poco de piedad por este pobre hombre... No hay caso, tengo que resignarme.
Casi me da un infarto ahí mismo, a mis 33 años me estaban diciendo viejo, así sin más, sin anestesia y más encima sin la receta del antídoto para aquello.

Obligado a conversar con mi agente de la AFP y jubilarme anticipado, o sea, si me dicen viejo tengo que comportarme como tal: jubilarme, comprar muchos libros, mandarme a hacer la placa, adquirir uno de esos sombreros que se usan ahora, empezar a fumar pipa y por supuesto, que me regalen una mantita para ponerme en las piernas mientras veo mi programa de TV favorito o escucho el programa de Alodia Corral en la radio AM.

Todavía no encuentro la fuente de la juventud, pero si tú la conoces avísame para ir y pegarme un baño en ella, mira que tengo mucho deporte por hacer todavía.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

jueves, 11 de agosto de 2011

Sebastián Piñera y su memoria frágil

Nacido y crecido en Santiago de Chile, mi infancia se desarrolló en plena Dictadura y mi adolescencia y juventud en Democracia. Desde que tengo uso de razón (no, no es hace poco, hace un buen rato ya) he escuchado a los políticos en campaña y sus promesas; he escuchado a la oposición y su voto en contra de todo aquello que quiera impulsar el Gobierno de turno, tal vez lo toman como un triunfo del enemigo el darle el voto a las reformas y leyes en pro de la gente. Así es como hemos llegado a lo de ahora: desamparo político de todos nosotros.

El actual Presidente de Chile: Sebastián Piñera, es uno de los grandes ejemplos que tenemos en cuanto a las promesas no cumplidas. Ya lo viví con Eduardo Frei y Ricardo Lagos, quienes en sus campañas políticas prometieron un trabajo fuerte por mejorar la Educación chilena... puras mentiras. Después vino Michelle Bachelet y pese a que no habló tanto de la Educación, sí prometió mejoras, sobre todo cuando ocurrió la revolución pingüina del año 2006. Ahí se creó una mesa de trabajo y lo único que se logró fue cambiar la LOCE por la conocida LGE, que simplemente nos dejó peor.

Fue en ese entonces cuando el entonces senador Piñera nos dijo lo siguiente (vea y escuche el video):
Sí, así como escuchó, en ese tiempo el señor Piñera, le pedía a Bachelet y su gente que trabajaran para tener en Chile una educación de calidad y gratuita para todos los chilenos y chilenas. Hoy, siendo Presidente del país, nos dice que "nada es gratuito en la vida", que no es posible tener una educación gratuita y además impulsa reformas y leyes para proteger a aquellos que les importa solo el lucro, cosa muy peligrosa, porque a algunas universidades privadas lo único que les interesa es ganar dinero, para lo cual mantienen a sus alumnos con bajas exigencias para que estén contentos y paguen "felices" esas mensualidades "tan moderadas". Parece que nuestro Presidente tiene un poco de mala memoria ¿o será que no quiere tocar el bolsillo de sus amigos empresarios?

Recuerdo que una de las promesas de campaña de don Sebastián fue: "vamos a terminar con la delincuencia". Con esa frase logró captar el voto de muchas personas que confiaron en la palabra del hombre de la sonrisa eterna y manos cortitas. Sin embargo hace unas pocas semanas le dijo a todo Chile "la delincuencia no se terminará jamás". ¿Eso es mala memoria o una burda mentira?

Señor Piñera, ¿no le da vergüenza haber mentido tan descaradamente a todos los chilenos y chilenas para que votaran por usted? Probablemente no, pues la mentira y los políticos de la última época van de la mano jugando con las esperanzas y sueños de todo un país.

Solo me resta decirle dos cosas al Presidente de Chile:

1.- Usted es un mentiroso.

2.- Educación gratuita y de CALIDAD para todos los chilenos, chilenas y todo aquel extranjero que quiera forjar una vida en este país.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

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