domingo, 1 de julio de 2018

La muerte y yo

En algunas ocasiones escuché o leí en entrevistas la misma respuesta a esta pregunta: ¿Le temes a la muerte? Y la respuesta era sí.
Personalmente, a mis cuarenta años, puedo decir que no le temo a la muerte, y es que cuando sabes que en algún momento llegará no saco nada con temerle. Comprendo a quienes sí le tienen miedo y no los juzgo, solo digo que para mí no es motivo de temor.

Día a día convivo con la muerte, no la desafío, solo convivo a diario cuando tomo la moto y me muevo por la ciudad. Sé que la exposición es mayor que si fuera en un bus o en una auto común y no tan silvestre, por lo mismo procuro cuidarme y recordar siempre que debo andar a la defensiva y siempre muy atento al camino.

No, definitivamente no le temo a la muerte, la recibiré cuando sea el momento y probablemente lo haré enojado porque si de algo estoy seguro es que NO quiero morir.
A mi gente más cercana les he contado que mi deseo es cumplir 100 años vivo, después de eso podré irme en paz, pero la verdad, pensándolo mucho, no creo que me vaya en paz porque no quiero dejar esta vida.

Actualmente paso un momento muy triste en mi vida y no me gustaría irme de esa forma, no me gustaría irme sin haber podido ver y hablarle por última vez a quien ha sido una mujer trascendental en mi existencia.
Tampoco me gustaría irme porque tengo dos hijos y si bien no vivo en la misma casa con ellos sé que les gusta estar conmigo cada viernes que se quedan a dormir en mi casa. Disfrutamos de conversaciones y juegos y sé que para ellos sería muy doloroso que yo deje de vivir ahora.

Lo más seguro es que yo no esté triste eternamente, esto es como un gran día nublado y de mucha lluvia, después de lo cual saldrá el sol y mi vida será feliz, entonces tampoco querré morir porque estaré feliz y disfrutando mucho.

Como ves si estoy triste no quiero morir y si estoy feliz mucho menos.
Probablemente llegue un momento que estaré tan cansado que ahí querré partir, pero si lo pienso bien prefiero que no, me gustaría seguir durante muchos años en este planeta, aunque sea muy muy muy viejito.

Yo ya le avisé a la muerte que no la quiero cerca de mí, así que te pido un favor, si la ves por ahí dile que ni me mire, aún tengo cosas por hacer.

Muerte, no te temo, pero tampoco te quiero.

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