martes, 17 de diciembre de 2013

Cena de oficina

En realidad no es solo la cena de la oficina, porque hay gente que nunca ha trabajado en una oficina, pero que igual tiene su cena del trabajo, esa cena que los jefes esperan con ansias y que los trabajadores aprovechan para hacer gastar a la empresa.
Sí, seamos sinceros, junto con pasarla bien uno lo que busca es que de alguna manera la empresa se ponga con sus trabajadores y gaste aunque sea en una buena cena, con harto baile y tragos en exceso. Claro, porque no vale tomarse solo un traguito, no, hay que terminar arriba de la pelota, contento.

A esa cena se va sin auto, porque el que va con vehículo está destinado a no beber y más encima a llevarse a los caídos o caídas en batalla.
Es el momento en que los "galanes" de la oficina estrenan sus mejores trajes y ensayan frente al espejo para sacar a bailar a la "rica" del piso, a esa que mira todo el día cuando se para a sacar fotocopias. 

También está la tímida de la oficina, esa que no mata ni una mosca, pero que quiere puro bailar en la fiesta. Entonces hace su máximo esfuerzo por verse sexy, pero la mayoría de las veces no le resulta y termina yendo con un vestido elegante que la hace lucir "distinta", tan distinta que el grupito de los hombres empiezan con esas conversaciones de pasillo previo al "bar abierto" donde dicen "oye, mira a la _____ está bastante bien". Cuando ya el bar se encuentra abierto y han pasado un par de horas la conversación es "oye, no, si está rica la _____, le daría unos buenos porrazos".

Es típico que la cena de fin de año se hace un día de semana, miércoles y jueves son los preferidos, la razón es que es mucho más barato un local en esos días que un viernes o sábado. Sí, no crea que es porque a los jefes les encanta verlos con cara de trasnochado al otro día.

Como buena cena protocolar, y si el cóctel no estuvo muy contundente, el varón siempre queda mirando para la carnicería, con apenas una muela tapada y atento por si la persona que tiene al lado no se va a comer todo su plato, ahí ataca de una. Todo sea para que el copete no le caiga tan mal, ya sabes, con el estómago vacío cura más rápido.

Y por último, junto con el comienzo del baile, el momento más esperado es cuando el Jefe agarra sus cosas y se va. Ahí sacamos el cotillón, nos sacamos las corbatas, las mujeres dejan los zapatos en la silla y comienza la verdadera fiesta, la del bar abierto, la de las tallas, la del coqueteo, la del limbo y el trencito, la de esquivar a los borrachos y la de terminar con ganas de seguir la fiesta en otro lado.

¿Y tú, cómo vives esa fiesta?

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

martes, 10 de diciembre de 2013

Comentario cinéfilo: Gravedad

Al ver el trailer (antiguamente sinopsis y que para mí era sipnosis) de Gravedad me dieron ganas de ir a verla. Sí, ya sé que todos los trailers son hechos para entusiasmar a la gente, pero por lo menos a mí, no todos me motivan para ver la película en el cine.

Gravedad es sobre tres astronautas que están realizando reparaciones de rigor en un satélite, pero algo sale mal y quedan a la deriva en el espacio. ¿Salvarán sus vidas? ¿Lograrán su objetivo? Eso lo dejo ahí para que cuando la veas no digas que yo te conté el final.

Esta película tiene un buen argumento, no grandioso, pero sí bueno, interesante, sobre todo la parte reflexiva que trae toda esa situación de sentirse en el vacío.
La fotografía es espectacular, el espacio, asteroides y el planeta Tierra visto desde fuera, con un amanecer incluido, simplemente genial. Más encima que verla en pantalla gigante, con el sonido envolvente que tienen esas salas es como si te transportaras a ese lugar.

Debe ser la película con menos elenco que he visto, son solamente 3 personas las que aparecen en escena y unas 4 voces más. Uno de los actores aparece solo de espalda a la cámara, nunca muestra su rostro en los pocos minutos que sale en escena. George Clooney y Sandra Bullock, completan el elenco, no hace falta nadie más para darle vida a esta película.
Incluso Juan Salvador Gaviota, donde no aparece ningún humano, requiere de más elenco, pues aparecían en la historia muchas gaviotas.

¿Qué pasaría contigo si te quedas flotando en el espacio? ¿Te entregas a la muerte o luchas por vivir?



Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

martes, 3 de diciembre de 2013

Navidad en Chile

Durante el mes de octubre hice un comentario sobre la famosa fiesta de Halloween que se está instalando en nuestro país, entonces fui emplazado por uno de mis contertulios a escribir algo sobre la Navidad, sobre su celebración que es traída desde afuera y no propia de Chile.

Bueno, el origen de la Navidad, como fiesta, es de hace muchos años, de los comienzos del cristianismo, cosa de la que se puede interiorizar en Biblioteca Católica digital. En resumen nos dice que su origen no es para nada nuevo, ni tiene que ver con el Viejo Pascuero, Santa Claus o como quieras llamarlo.
La Navidad es la celebración del nacimiento de la luz para el mundo cristiano, es decir, el nacimiento de Jesús, y eso no tiene doble lectura, es así la fiesta de Navidad.

Fue así también como se instaló en Chile, que fue colonizado por los españoles quienes llegaron con sus costumbres, tradiciones y creencias, donde la Navidad tenía un lugar especial. Y eso ya desde el 1536, así que podemos decir que la fiesta, si bien no es nacida en Chile, es parte de nosotros pues la celebramos desde que nacimos como patria (y antes).

El pesebre, el juntarse en familia, el compartir una cena la noche del 24 de diciembre tiene una historia de siglos en este país, y no es que se deba a nuestra sangre chilena, porque la fiesta no es propia de Chile, sino que es del mundo cristiano y es por eso que se hizo propia de nuestra tierra.

Ahora bien, lo del Viejo Pascuero, el pan de Pascua, el árbol de Navidad con algodones representando la nieve, los villancicos que hablan de la blanca Navidad, el cola de mono y el consumismo extremo en que hemos caído como sociedad tiene su origen más reciente y viene completamente desde el hemisferio norte.

Por eso mi invitación para cada Navidad es a darle sentido, pero no un sentido como el que propone Líder o Falabella con sus cancioncitas tan pegajosas que a la larga te llevan a comprar y comprar.
Es una invitación a vivir en armonía, a llenarte de humildad y acercarte a quien te dañó o a quien tú dañaste y poder llegar a abrazarse fraternalmente. Es una invitación a no dejarse llevar por el consumismo, sino compartir lo que esté a tu alcance, lo que tú tengas ganas, y a la vez, no esperar regalos costosos.
Con mi experiencia me he dado cuenta que si bien la gente mayoritariamente espera regalos comprados, son felices cuando reciben las humildes galletas que les entrego con tremendo cariño, porque detrás de esa fiebre por comprar que viene junto a diciembre también están las ganas de recibir un pequeño remezón que te haga ver la sencillez del nacimiento de esa pequeña-gran luz para el mundo.

¿Me ayudas a vivir una Navidad sencilla y compartida?

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

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