Cuando Chile retorna a la democracia en el año 1990 se pensaba en que este país mejoraría y que todo empezaría a andar sobre ruedas, pero nos equivocamos.
Si bien es cierto se recuperó algo tan importante como lo es el derecho a elegir, también ganamos lo que yo llamo: garantías para delinquir.
En Dictadura por último no había nada que reclamar, las autoridades de Gobierno robaban y no pasaba nada, ni siquiera se sabía en esa época (recién en los últimos 3 años ha salido todo a la luz) que la delincuencia era parte de nuestros "líderes".
Hoy ya la cosa es descarada, si hasta el mismo hijo de la Presidenta de la República está involucrado en temas delictuales, y adivina qué, sí, no le pasará nada, ni siquiera le quitarán la plata.
Son tales las garantías que hay para robar a gran escala...