Recuerdo mi matrimonio el año 2004, no hace mucho, pero a la luz de tanto avance tecnológico y tanto cambio en la sociedad mundial, parece que fuera la prehistoria.
Ese sábado 27 yo estaba muy nervioso y ya cansado por toda la preparación de la fiesta que habíamos realizado los días anteriores. Así es, porque esa fiesta fue como en los tiempos pasados, en una casa y sin servidumbre, solo con la familia y amigos ayudando a servir los platos, llevarlos a las mesas, organizando los espacios, con ese calor de hogar y la diversión que tanto me gustan.
Recuerdo esos cumpleaños de antes, que se hacían el día que correspondía y llegaban casi todos mis primos, aunque al otro día hubiese clases, ahí se hacían presente, con uniforme y todo. Disfrutábamos de una rica once con puras cosas preparadas...