Ayer, una gran manifestación tuvieron los empleados públicos en el centro de Santiago y los felicito por ello, porque han demostrado que con un poco de voluntad pueden desayunar a buena hora en sus hogares para poder marchar tranquilos. Y menciono esto porque es increíble como se comportan cuando están en sus respectivos puestos de trabajo y uno va a que lo atiendan, es lo último que hacen, primero llegan, conversan, comentan la película del día anterior, pelan a los jefes, desayunan y si alcanza el tiempo se dignan a atender a las personas que van por algún servicio.Claro, sé que no todos son así, es más, conozco algunas empleadas fiscales que se rompen el lomo por atender, de hecho a una amiga la anduve retando por ir a trabajar con fiebre.Siempre he apoyado las manifestaciones y esta vez...