jueves, 28 de mayo de 2009
Hasta que llegó
viernes, 22 de mayo de 2009
Errar es humano
miércoles, 13 de mayo de 2009
La historia de un edificio
Se conocieron en circunstancias muy particulares en una triste tarde de Abril. Javiera caminaba cabizbaja, recién su casa se había derrumbado por los fuertes remezones que azotaron la zona donde habitaba. Pablo estaba sacando todo lo útil que había quedado luego del incendio que destruyó su casa cuando la vio venir, se apuró en su tarea y se acercó a ella. Desde ese día comenzaron a caminar juntos.
Casi un año después se decidieron e invirtieron todo lo que tenían en la construcción de un edificio y para hacerlo invitaron a toda la gente que les acompañó en ese tiempo. Fue una fiesta sencilla, pero de aquellas que no se olvidan, que duran toda la noche en la realidad, pero eternamente en la mente.
Ella asumió como cuidadora del edificio y él era el administrador, y por lejos el mayor esfuerzo por llevar el proyecto adelante lo hacía ella, Pablo se había quedado feliz con la primera piedra y no vio la necesidad de seguir esforzándose.
Al poco tiempo Javiera le hizo ver a Pedro que la cosa no estaba funcionando bien, que estaban apareciendo algunas grietas en el edificio y que había que repararlas, cosa que le correspondía a Pedro, pero éste simplemente se molestó por las palabras de ella y no quiso meter mano en la construcción, le decía que estaba todo bien así, que no se preocupara.
A medida que pasaba el tiempo fueron apareciendo más grietas y Javiera trataba de repararlas por su cuenta, pero no funcionaba, no era la labor de ella, era de Pablo y si él no lo hacía nada funcionaría. Pero él, tercamente, le decía que no había nada que arreglar, que así estaba bien, que se podía vivir en ese edificio sin necesidad de esforzarse más. Ella, muy triste, esperaba que así fuera, pero sabía que en realidad nunca se arreglaría si se dejaba de esa forma.
Pasaron los años y Pablo se sentaba en su sofá de la administración sin hacer mucho, se daba unas vueltas al mes por la construcción, miraba las grietas y seguía de largo, siempre se decía a sí mismo “esto hay que mejorarlo”, pero seguía en los dichos solamente.
Todo duró hasta que un remezón echó abajo todo lo que Javiera y Pablo habían construído, el edificio se derrumbó completamente. Él supo de inmediato que el no haber reparado las grietas que ella le hacía ver siempre provocó que todo se derrumbara… ahora no era más que un montón de escombros.
Es probable que los pilares aún estén, esos eran firmes, poderosos y son los que ahora están apoyando a Javiera y Pablo por separado. Ya no están juntos, todo lo que habían construído estaba en el suelo…
Quizás algún día se reencuentren y se decidan a buscar entre los escombros todo lo útil que quedó, porque sin duda que si lo hacen juntos pueden levantar nuevamente este edificio.
“Con fe lo imposible lograr…”
viernes, 8 de mayo de 2009
Dolor
martes, 5 de mayo de 2009
Para ahorrar
Aire acondicionado: El uso de aire acondicionado puede representar un 10% de gasto adicional de combustible, pues elmotor debe hacer un mayor esfuerzo, ya que al activarse el compresor, bajan las revoluciones y el sistema intenta revertir eso.
Vidrios abajo: Los vidrios abajo permiten el ingreso de aire con mucha fuerza cuando el vehículo se desplaza. El problema es que esta masa de aire se encuentra con la luneta generando un efecto de frenado, que obliga al conductor a acelerar para mantener la velocidad.
Velocidad constante: Cuando se conduce en carretera, mantener una velocidad constante entre 90 y 100 kilómetros por hora ayuda a consumir menos gasolina. Dentro de este ítem también entra el hecho de no dejar que pase mucho tiempo entre un cambio de velocidad y otro, pues eso consume más bencina, mientras antes se llegue a la cuarta o quinta velocidad mejor. Después de llegar a los 50 kms. por hora se debería estar en la última velocidad del automóvil.
Cambio neutro: Pese a que desde el punto de vista de la seguridad no es recomendable, principalmente en cuestas pronunciadas, conducir en neutro facilita el ahorro de combustible. Es un mito que el auto no consuma nada en ese momento. Sin embargo, hay un gasto extra por el uso de frenos.
¿Cambiar aceite?: Frente al rito del cambio de aceite surgen interrogantes.
Una de ellas: ¿Es normal que se consuma? La respuesta es sí y eso depende de ciertas propiedades del lubricante y del uso que se le dé al automóvil.
Largos períodos a altas revoluciones aumentan el consumo.
Lo normal es entre 1 y 2 litros cada 5 mil kilómetros.
Otra pregunta es sobre la conveniencia de usar aceites sintéticos.
La respuesta es que no siempre es conveniente. Ello dependerá del kilometraje y el desgaste del motor, pues para los más “carreteados” lo recomendable es un aceite de origen mineral.
Entre los síntomas de un motor con desgaste prematuro está justamente el alto consumo de aceite.