Estación de Metro Santa Ana, 9:15 de la mañana aproximadamente. Por supuesto el andén estaba lleno en dirección a Vicente Valdés y yo iba para allá sólo una estación ya que me bajaría en Plaza de Armas para mirar las revistas de los puestos que hay en Estado y Ahumada. Como era tan poco el trayecto me quedé a la altura del segundo vagón esperando que llegara. Apenas se abrieron las puertas entré empujado por la presión de la gente y ahí quedé, apretado en el vagón.Quedé detrás de una mujer de unos 22 años más o menos.Cuando llegué a mi destino pedí permiso para descender, pero en ese caminar obviamente pasé a llevar a quien estaba delante mío. Quedé al lado de ella mirando para adelante, pero me percaté que me miraba. Levantó la mano y me pegó un pequeño cachamal, paipe, palmazo o como se...