martes, 22 de septiembre de 2015

Actividades programadas

Cada día vivido lo enfrentamos improvisadamente o con una planificación previa. Esas planificaciones generalmente las usamos para cosas a mediano plazo como pueden ser las vacaciones, un viaje de negocios, una fiesta, un cumpleaños, matrimonio, bautizo, etc.
Es probable que al menos una vez te haya ocurrido que esas planificaciones se van a la punta del cerro (al carajo) porque antes ocurre otra cosa que merece toda la atención tuya o de los que participarán de esa actividad programada.
¿Cómo has reaccionado frente a un imprevisto que echa por tierra tus planes?
Lo más probable es que te dé pena, rabia, pero a la vez tu mente se volcará a resolver el problema que tienes por delante, y si ese "problema" es ayudar a alguien lo más probable es que te pongas feliz de poder hacerlo.

Te pongo el siguiente ejemplo: Tu banda favorita, esa que nunca estará en Chile por asuntos económicos, tocará en Buenos Aires y justo tenías un dinero para darte un gusto como éste. Entonces compras el pasaje y la entrada al show y te programas para ir, pero justo el día antes de aquel evento se enferma tu hijo. ¿Qué haces? ¿Vas igual y lo dejas a cargo de otra persona o te quedas?
De seguro te quedas, ese hijo o hija estará mucho mejor contigo y tú también estarás bien atendiéndolo en vez de estar en el concierto.

Te contaré que acá en Chile pasan cosas increíbles. El senador por la región de Coquimbo, Jorge Pizarro (DC), planificó hace mucho tiempo un viaje de placer a Inglaterra donde se disputaría el mundial de Rugby. Dos días antes de su viaje un terremoto sacude al país y adivina a qué región. Sí, justamente a la región de Coquimbo. ¿Qué hizo él? Agarró sus cosas y se mandó a cambiar a su viaje planificando, excusándose con la frase "lo tenía planificado hace más de un año".
UNA VERGÜENZA.
Es la gente que lo eligió la que lo necesitaba ahí, es la gente que le dio el trabajo de senador por el cual gana un sueldo que le permite pegarse esos viajes. La primera responsabilidad de él es con su gente. Es más, por ser un servidor público no tiene vacaciones, es decir, se puede tomar días, pero su prioridad deberá ser siempre la ciudadanía.
Pero no, él se fue no más, era más importante el mundial de Rugby que su propia gente. Y más encima es de la DC, donde se supone que tiene valores cristianos, ¿y qué más cristiano que quedarse a ayudar a la gente que te tendió la mano en el momento que lo necesitaste?

Solo espero que todo el país recuerde a este personaje para que nunca más sea elegido en algún cargo público, porque lo que menos le importa es la gente.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

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