lunes, 7 de julio de 2014

Rico e inteligente

Todos los que pasamos por el colegio sabemos lo crueles que pueden llegar a ser nuestros pares cuando somos pequeños y es por lo mismo que siempre estamos pendientes de nuestros hijos, lo cual no quiere decir que ellos no vayan a pasar algún tipo de mal rato durante sus juegos escolares.

Particularmente, conmigo no fue la excepción.
Desde pequeño me hicieron sentir que no era una Adonis precisamente. Los sobrenombres que me pusieron no eran lo más lindos del mundo (no creo que alguno lo sea), pero sí me hacían sentir menos, me tiraban para abajo, sobre todo cuando hacían burla de mí por mi apariencia física.
La pasé mal, es cierto, pero por mi personalidad no fue algo que me desmoronó, pues me encargué de destacar en otras cosas. Ya sabía que modelo no sería, así que tenía que desarrollar otras cualidades. Fue así como me apegué a la lectura y escritura, además del deporte, con lo cual yo me daba ánimos para enfrentar el día a día.

Cuando cumplí los 18 años me seguía no sintiendo el Tom Cruise de mi barrio, pero no había gente que me lo hiciera ver así, en ese entonces era solo yo el que por creer eso seguía sumido en mi timidez. Mas ocurrió algo que cambió mi vida y que se dio todo en una misma época: me acerqué a la Iglesia, viví EJE, participé de Misiones y empecé a conocer a Cristo. Así fui descubriendo que yo era único e irrepetible y que si bien para el resto del mundo no era agradable a la vista para mí sí tenía que ser el más hermoso del mundo.

Fue así como esa idea se fue interiorizando en mí cada vez más y empecé a sentirme mucho mejor, al punto de que cada vez que me preguntan como estoy respondo (no siempre eso sí), que estoy "Rico e inteligente", no porque lo sea, sino porque así me siento y así quiero que me vean.

Físicamente no he cambiado, pero sí mi actitud frente a la vida y frente a las personas. Soy yo el que se siente seguro de lo que soy y si eso se lo puedo transmitir a los demás y contagiarlos para que ellos también se sientan seguros de sí mismos, mucho mejor. Es por eso que día a día se lo transmito a mis hijos, para que ellos el día de mañana, cuando se enfrenten a situaciones como las que yo viví sepan salir adelante y sentirse siempre los más hermosos e inteligentes del mundo.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

2 comentarios:

Me siento súper identificada!
que frágil es uno de niño que termina creyendo todo lo que dicen. Mi problema de niña era lo gordita y luego era el porte (mido 1.80).
Ahora es distinto , uno con el tiempo y las situaciones de vida va encontrándose o va destapando en los demás y uno mismo las cosas que realmente valen la pena, se va aceptando y hasta encontrando especial. Yo creo que aún tengo camino y me da gusto ver que tú ya recorriste ese.

Saludos.

Pilar.-

No he terminado el recorrido, siempre hay vallas por ahí y debo poner de mi esfuerzo para superarlas. Cada día voy aprendiendo más sobre mí, sobre mis capacidades y habilidades.
Siempre se puede más.

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