martes, 10 de abril de 2012

Fanático de Dios

Ser fanático casi siempre se asocia en este país al fútbol, pero la verdad es que el fanatismo abarca muchos ámbitos: música, cine, moda, deporte, cultura, comida, fe... en fin, está en todo rincón de esta sociedad. Según la RAE, fanatismo es "Tenaz preocupación, apasionamiento del fanático" y fanático es "Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas." Justamente es ese punto el que quería comentar hoy: el fanatismo religioso.

Cuando uno es fanático, y lo sé porque también lo soy, cuesta mucho mirar alguna falla en lo que sigues o haces. Por ejemplo, aquel que es fanático del trabajo no ve ningún problema en salir de su casa a las 7 de la mañana y llegar a las 10 de la noche cuando los más pequeños están durmiendo. En el caso del fútbol chileno ocurre que nos cuesta ver que nuestro equipo está jugando mal (en mi caso no me ha costado tanto porque lo de Colo-Colo es más que evidente). El fanático prefiere dejar de comer a dejar su pasión y es ahí cuando caemos en un tremendo problema.

Hubo un tiempo en que mi fanatismo por Cristo no me dejó verlo. Sí, así como lees, yo era tan fanático de lo que hacía por Cristo que me cegué completamente y no lo pude ver en quien tenía a mi lado: mi mujer. Estaba tan metido en mi grupo cristiano (EJE) que me estaba olvidando de estar con mi propia mujer. Cierto día ella me dijo que yo me entregaba tanto a Dios que ella ya lo estaba comenzando a odiar. Ese fue el golpe en la cabeza que necesitaba, me hizo darme cuenta que Jesucristo también me hablaba a través de ella y que ella misma era el Cristo que yo tenía más cerca.

En ese entonces comprendí el mensaje de Dios y recordé las palabras que Jesús dijo hace tantos años: "Cada vez que atendiste a uno de estos más pequeños, es a  que encontraste y ayudaste". Entendí que no es malo amar a Dios, al contrario, es lo mejor, pero cuando de tanto amor a Dios dejas botado a quienes más amas en la tierra y que tanto te aman a ti es al mismo Creador a quien dejas de lado y triste. Te volviste tan fanático de seguir a Dios que no pudiste ver el camino, creíste que esa luz que veías adelante era Él, pero te equivocaste, solamente eran las luces de la fama que te estaban cegando.

Vamos, si te volviste fanático de algo: trabajo, estudio, deporte, cine, etc., aún es tiempo de enmendar el camino y mirar hacia el lado, siempre hay alguien que espera por ti.
Si te has vuelto tan fanático de Dios como para dejar de lado a los tuyos toma todo ese amor hacia Cristo y entrégaselo de la mejor forma: a tu familia que tanto te ama, que espera por ti y que Dios ha bendecido para ti.

1 comentarios:

Hola Polo! Soy el Seba (pelao)...interesante tu reflexión y la comparto plenamente...aunque ya sabes que no comparto tu fé..pero en el fondo el mensaje se aplica en todo ambito (buen remate de tu texto!) Y qué bueno que estuviste a tiempo de darte cuenta!!!!! o sino otra sería la historia.. saludos compadre, a UD. su linda y simpática esposa y toda su descendencia (que ya no se si son mas de 1 XD porque hace tiempo que no sé nada de ti!)

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