jueves, 27 de mayo de 2010

Juegos de niños(as)

El ser humano, cuando llega al mundo, ya viene con el "bichito" de la curiosidad, es algo con lo que se nace, y es así como desde el primer momento comienza a meter su boca, su nariz, sus manos y sus pies en lugares que nos pueden parecer curiosos y otras veces peligrosos.


Justamente es ahí donde está el problema, no en el hecho que sean curiosos, pues así desarrollan sus habilidades y van conociendo el mundo, sino en el hecho que hay cosas que le pueden provocar daño. Cuando eso ocurre el adulto que está cuidando a ese pequeño o pequeña se siente tremendamente culpable por lo que ocurrió y es normal. ¿Cómo no sentirse culpable si mi hijo se corta con un cuchillo? ¿cómo dejo de sentir culpa si mi nieto se quemó en la cocina? ¿cómo dejar de llorar cuando el más pequeño dejó de respirar por ahogarse en la piscina?
Es cierto, es muy fuerte lo que expongo, pero no deja de ser real, son cosas que ocurren a diario en nuestras casas y por las cuales nos sentimos los más irresponsables y/o le cargamos una culpa al niño o niña que se lanzó a la aventura.

Ser curioso es algo propio del ser humano y por tanto no tenemos la culpa de que los menores de la casa lo sean, así como tampoco tenemos la culpa de que estas cosas pasen. Claro, podemos ser responsables de dejar las cosas a la mano de ellos, pero de ahí a ser culpables hay mucha diferencia.
Hay que poner más ojo, estar siempre atentos a lo que hagan, sobre todo cuando no los escuchamos, esos son los momentos más peligrosos.

Ni los infantes tienen culpa de su curiosidad ni los adultos de haber dejado cosas peligrosas a su alcance, los accidentes ocurren simplemente, tal vez por descuidos o quizás porque seguiste llevando tu vida tal cual la llevabas antes de que llegara un nuevo habitante a tu hogar y por lo tanto dejaste las cosas donde siempre lo hiciste.

Vamos, pon atención, abre las pepas y verás como todo va saliendo mucho mejor.

Ah, y si tu hijo que toma un remedio todos los días, llega con la botella destapada, en la boca y te dice "toy tomando", no te sientas culpable, pues no lo eres, y tampoco él es culpable de querer darte un regalo al hacerte ver que ya puede tomarse sólo el jarabe sin que tengas que batallar para que lo haga. Los pequeños son hermosos, curiosos, pero hermosos.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

1 comentarios:

por que siempre esa actitud del padre de vigilar

por que mejor jugar con el

eso suguiero yo

los accidentes pasan por los dejamos solos jugando

ese es el problema

no sabmoes disfrutar con nuertros hijos

felipe salas
que todo marche sobre chalupas...

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