miércoles, 7 de octubre de 2009

Una amiga muy especial

Hace mucho tiempo que me la habían presentado y raramente me dijeron que era mi Mamita, lo cual era muy contradictorio para mí a tan corta edad. Me dieron explicaciones, pero yo seguía sin entender, y la verdad no importaba tanto, pues yo no la pesqué tanto.

Cuando tenía unos 12 años nuevamente me hablaron de ella, era como si de verdad quisieran que fuéramos amigos, y bueno, debo reconocer que tuvimos un pequeño acercamiento en esos 2 años de conversaciones.
Además que la veía casi todos los días, porque habían pequeñas estatuas, por todos lados, de ella y de su hijo en brazos. Y eso sí que me parecía raro, pues a mi entender ella no había hecho nada extraordinario para merecer tal reconocimiento.

El año 1995 tuve cambios importantes en mi vida, fue un proceso de madurez (el cual a mis 32 años continúa) que comenzó en plena etapa de Cuarto Medio. Ese año fue que empecé a conocerla un poquito más, porque más encima mi colegio quedaba a los pies del cerro san Cristóbal, donde hay una tremenda estatua o imagen de ella.

Sí, es María, es mi Mamita, es quien me cuida, con quien converso cuando tengo pena. Muchos me podrán decir que hago mal pues debo conversar directamente con Jesús, pero yo no hago caso, ella es mi Mamita, ella conoce de penas (vio morir a su amado hijo), ella acepta sin preguntar, ella ama con verdadera intensidad, ella perdona y puede abrazar incluso a quienes dieron muerte a su hijo, ella consuela, ella te abraza y reanima.

Y ayer escuché una hermosa canción de Raphael, se llama "Ave María" y es justamente lo que siento ahora.
Les dejo con el video para que lo miren, disfruten y se estremezcan con la interpretación y la voz del gran Raphael.



Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

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