jueves, 23 de julio de 2009

Ponerse en el lugar del otro

Cada vez que sé de un hijo que ha fallecido pienso en aquellos padres y siento un gran dolor, esos sentimientos fueron los que expresé en mi comentario anterior y que tal vez, no fueron comprendidos.

He visto a mi hijo llorar de dolor hace como un mes atrás producto de una enfermedad, y lloré con él, sentí una impotencia enorme por no tener el poder para curarlo y que así no sufriera más; imagino que el dolor al ver que un hijo deja este mundo es infinitamente mayor y que lo que esos padres necesitan es un consuelo, una palabra de aliento y no reproches por haber expuesto a su hijo al peligro. No, ese tormento lo viven día a día los padres que han visto a su hijo o hija fallecer, no es necesario que seamos nosotros quienes se lo hagamos ver, ni mucho menos que le metamos el dedo en la llaga.

Es cierto, estaba enojado con mi Padre celestial, pero no por eso he perdido la fe. Sé que Él no es el culpable de esta muerte, pero soy humano y en mi enojo siento que lo es ¿sabes por qué? porque soy un ser imperfecto que necesita echarle la culpa a alguien cuando sé que en el fondo la tengo yo. Sigo creyendo en Dios, más que nunca, y confío que Él será quien le ayudará a Daniella, a Vicente y a todos los padres que han perdido a su tesoro, a levantarse y encontrar algo positivo dentro de todo lo malo que han vivido.
Fue la misma Daniella quien en el funeral de su pequeña dio la muestra más grande de fe, dijo: "Ahora entiendo un poco más a María". Ese es Dios quien la ha empezado a sanar de esta enorme pena.

¿Estás dispuesta(o) a entregar palabras de consuelo en momentos tan duros, te invito a hacerlo.
Si quieres reprochar y ahondar la herida te invito a callar, tú no eres perfecto(a).

2 comentarios:

Te escribe tu cuñado...
Como te dije en mi comentario, creo que ningun ser humano se alegra por la muerte de un niño y yo tampoco.
El sufrimiento es inevitable. Cristo es quien entiende mejor el sufrimiento, pero El lo padecio con los ojos puestos en la seguridad de la Salvacion de Sus escogidos.
Dios es Soberano, incluido el sufrimiento, ya sea por culpa nuestra o por culpa de otros, aun asi está en control de Dios, por lo tanto tiene un proposito. ¿Cual es el proposito de tu sufrimiento?
Dios lo sabe.
¿Como puede Dios enseñarme ese proposito? Tengo que hablar con El.
¿Como puedo hablar con El?
Para hablar con El, primero tienes que reconocer que Jesucristo murio por ti y por tus pecados, reconocer que El es Señor y tu Salvador. Solo Cristo nos lleva al Padre. Entonces, ahora tienes un Sumo Sacerdote que te entiende porque sufrio el crimen mas grande de todos los tiempos. Solo Dios entiende lo que es sufrir.
Un abrazo.

Leito

Asumo todos los días que no soy perfecta, pero no por eso culpo a Dios, al contrario, al pensar en Él tengo fuerzas para tratar de cambiar.

No estoy criticando a los padres, porque se que el peor sufrimiento es el perder a un hijo, pero encontré muy injusto el culpar a Dios por las cosas malas que suceden en el mundo.

Es muy fácil culparlo a Él por todo, pero sería mejor que comencemos a ponernos las pilas para cambiar nuestro entorno y no provocar más daño.

Aunque uno piense que nuestras acciones son diminutas, si todos hicieramos esas pequeñas cosas al final lograríamos algo grande.

Justamente el ponerse en el lugar del otro es lo primordial para mejorar este mundo, pero siempre agradeciendo a Dios, no culpandolo.

Besitos,

Fancy

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites