martes, 10 de marzo de 2009

Tres corazones

Los dos se miraron.

La casa en silencio, sólo a lo lejos se escucha la respiración de un niño durmiendo, muy feliz y seguro con sus padres tan cerca. Un silencio que hablaba por sí solo...
Las miradas no se despegaban.

Ella sabía que el fin había llegado. Él sentía que lo estaba logrando.

La tristeza era parte de esa noche. Se respiraba la pena y la derrota, la amargura y frustración.

La monotonía estaba ganando, la rutina se apoderó de esa pareja y les quitó las ganas.

Ya nadie era capaz de sonreír...

Tres corazones que querían vivir, uno feliz, con la alegría infinita de los niños; otro esperanzado, como quien ve la meta a lo lejos; y otro desilusionado, como quien esperaba con ansias el regalo que nunca llegaría.

Tres corazones...

Un gran Amor.

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