martes, 24 de junio de 2008

Y ya va un año


Derrepente, frente a mucha gente, van y te dicen: "oye, eres padre, nacerá en 8 meses más". Ahí se vienen los sentimientos encontrados, te pones pálido, luego rojo, después lloras, ríes, no sabes que hacer. Estás nervioso y se te nota. La gente te felicita y sólo atinas a decir gracias.
Al rato, en la tranquilidad de tu casa, en tu cuarto reflexionas sobre lo que se te viene encima y recién ahí te das cuenta de la tremenda responsabilidad que es ser papá. Lo que es peor en ese momento es el miedo que te da por lo desconocido, porque si bien es cierto has visto a muchos papás nadie te ha enseñado a serlo, tendrás que aprender solo.

Todo ese tiempo de espera te vas preparando para el gran momento y para todos los que vendrán. Pasan los días, las semanas, los meses y te pones ansioso, tranquilo por fuera, pero inquieto por dentro, queriendo ver a ese pequeño de una vez por todas.
Sientes una poca de envidia por la hermosa conexión que tiene tu mujer con esa criatura y a la vez no quieres por nada ser el portador de ese bebé que genera grandes dolores, sobre todo al momento de nacer. Ves como a ella le cuesta caminar y tratas de ayudarla en lo que más puedas y a l verla tan cansada te dan más ganas que nazca.
Finalmente llega al mundo, da lo mismo como lo haga, pero lo importante es que llegue, sano, hermoso, llenando con su ínfimo llanto el espacio de aquella sala. Lo ves salir todo sucio y lo acompañas para que lo limpien y te lo entreguen. Todo esto lo hacen mientras sonries y lloras al ver ese pequeño cuerpo queriendo escapar de esos brazos que lo toman.
Llora y llora, y es natural, el cambio es brusco y está asustado, sin embargo le hablas y se tranquiliza y ahí te das cuenta lo importante que fue hablarle durante la espera.
Ya va un año desde que ha nacido y aunque te digan que es el año más difícil no lo crees, no es fácil ser papá y lo sabes, no por lo que has visto sino porque lo has vivido.
Es maravilloso llegar a la casa y que tu hijo te reciba con una sonrisa; es hermoso tomarlo en brazos y reír junto a él. Pero sabes que se viene difícil, y quieres vivirlo, quieres estar ahí para poder guiarlo en este camino que para él también será complicado.
Cumplió un año y lo celebramos, en familia, con los más cercanos, con los más queridos y a la vez los que más quieren a Gabriel.
Gracias por estar ahí y por hacer de esta celebración una muy bonita fiesta.

1 comentarios:

Ha pasado un año del dia en que Gabriel llego a este mundo, y un poco mas desde el dia en que se anuncio la gran noticia. Fue para tu cumpleaños.

Al leer tu cronografia, recuerdo de manera inmediata ese momento; tu cara, la sorpresa, la cara de Jacque, la reacción de todos. Fue un hermoso momento. Tambien el proceso hasta el dia del nacimiento (cuando no me dejaron entrar a conocerlo por que ya era tarde, pipipipi!).

Lo que viene despues, creo que no existe adjetivo para poder describirlo; los primeros dientes, sus pasitos, los ojitos que vuelven locos al mundo. Un todo que sin dudas vino a llenarnos de alegrias, de emoción (hay que decirlo, cuando hizo ojitos la primerta vez me salio mas de un lagrimón).

Y si, de seguro la posición de Padre ademas de hermosa debe ser tambien dificil, como dices; nadie te enseña a serlo. Pero tranqui, que Gabrielito debe estar feliz por que le tocarón los mejores.

Los agradecimientos los deben recibir uds. Gracias por hacerme parte "de la familia" (te dije ese dia que despues no te arrepintieras, jeje), por invitarme a asumir como padrino y por que se, que siempre estan ahi.

Un Abrazo!

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