jueves, 26 de junio de 2008

Locos al volante

Hace dos noches vi en canal 13 el reportaje sobre los conductores chilenos, en especial los santiaguinos y entre las imágenes que mostraron hubo algunas que me desgarraron por dentro, se trataba de aquellos paseantes que volvían de su viaje de relajo. Venían contentos, lo habían pasado bien y ya tomaban la recta final para la casa pues al otro día había que trabajar y los más pequeños prepararse para el colegio. Hasta ahí todo iba bien.
Pero hubo algo que esa familia consideró menor, era el hecho de subir a 8 personas a un auto que como mucho tiene capacidad para 5 y digo como mucho porque en realidad ese tipo de vehículo es para que lo ocupen 4 personas.
Ocurrió lo lamentable, venían a más de 80 kms. por hora y se reventó un neumático. La consecuencia fue que el auto se desvió hacia las barreras de contención y chocó fuertemente contra ellas. Inmediatamente 4 personas salieron volando por los vidrios, entre ellos 3 niños. Murieron instantáneamente.

Aquel viaje familiar se transformó en una tragedia y no porque el auto haya fallado (que siempre puede pasar) ni porque Dios así lo haya querido. Sí, Él es omnipotente, todo lo sabe y todo lo puede, podría haber evitado esa tragedia y de seguro lo intentó en reiteradas ocasiones, pero siempre nos da la libertad de elegir y no fue Él quien decidió subir a 8 personas a ese vehículo.

Hey, tú, que lees estas líneas y que eres uno más de los que conduce vehículos en este país. Sé conciente, cuídate y así cuidarás a los que te acompañan y a los demás conductores. No bebas alcohol cuando manejes, no andes apurado, sigues las instrucciones de uso de un automóvil, no lo cargues demasiado. Los cinturones traseros y delanteros son para usarlos, la silla del bebé también, no son inventos para que los miremos y los tengamos de adorno.

Nunca digas que eso no te pasará, esperemos que nunca ocurra, pero siempre hay una posibilidad.

No quiero que te lamentes después porque tus niños partieron o porque la mujer que te acompañaba no resistió la embestida. De verdad fue desgarrador escuchar a esas personas cuando se dieron cuenta de lo que había ocurrido. Fue desgarrador ver como un padre y una madre levantaban una lona de plástico para encontrarse con el cuerpo de su hija.

Por favor, tómalo en serio, cuídate.

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