Hace dos noches vi en canal 13 el reportaje sobre los conductores chilenos, en especial los santiaguinos y entre las imágenes que mostraron hubo algunas que me desgarraron por dentro, se trataba de aquellos paseantes que volvían de su viaje de relajo. Venían contentos, lo habían pasado bien y ya tomaban la recta final para la casa pues al otro día había que trabajar y los más pequeños prepararse para el colegio. Hasta ahí todo iba bien.
Pero hubo algo que esa familia consideró menor, era el hecho de subir a 8 personas a un auto que como mucho tiene capacidad para 5 y digo como mucho porque en realidad ese tipo de vehículo es para que lo ocupen 4 personas.
Ocurrió lo lamentable, venían a más de 80 kms. por hora y se reventó un neumático. La consecuencia fue que el auto se desvió hacia las barreras de contención y chocó fuertemente contra ellas. Inmediatamente 4 personas salieron volando por los vidrios, entre ellos 3 niños. Murieron instantáneamente.
Aquel viaje familiar se transformó en una tragedia y no porque el auto haya fallado (que siempre puede pasar) ni porque Dios así lo haya querido. Sí, Él es omnipotente, todo lo sabe y todo lo puede, podría haber evitado esa tragedia y de seguro lo intentó en reiteradas ocasiones, pero siempre nos da la libertad de elegir y no fue Él quien decidió subir a 8 personas a ese vehículo.
Hey, tú, que lees estas líneas y que eres uno más de los que conduce vehículos en este país. Sé conciente, cuídate y así cuidarás a los que te acompañan y a los demás conductores. No bebas alcohol cuando manejes, no andes apurado, sigues las instrucciones de uso de un automóvil, no lo cargues demasiado. Los cinturones traseros y delanteros son para usarlos, la silla del bebé también, no son inventos para que los miremos y los tengamos de adorno.
Nunca digas que eso no te pasará, esperemos que nunca ocurra, pero siempre hay una posibilidad.
No quiero que te lamentes después porque tus niños partieron o porque la mujer que te acompañaba no resistió la embestida. De verdad fue desgarrador escuchar a esas personas cuando se dieron cuenta de lo que había ocurrido. Fue desgarrador ver como un padre y una madre levantaban una lona de plástico para encontrarse con el cuerpo de su hija.
Por favor, tómalo en serio, cuídate.
Pero hubo algo que esa familia consideró menor, era el hecho de subir a 8 personas a un auto que como mucho tiene capacidad para 5 y digo como mucho porque en realidad ese tipo de vehículo es para que lo ocupen 4 personas.
Ocurrió lo lamentable, venían a más de 80 kms. por hora y se reventó un neumático. La consecuencia fue que el auto se desvió hacia las barreras de contención y chocó fuertemente contra ellas. Inmediatamente 4 personas salieron volando por los vidrios, entre ellos 3 niños. Murieron instantáneamente.
Aquel viaje familiar se transformó en una tragedia y no porque el auto haya fallado (que siempre puede pasar) ni porque Dios así lo haya querido. Sí, Él es omnipotente, todo lo sabe y todo lo puede, podría haber evitado esa tragedia y de seguro lo intentó en reiteradas ocasiones, pero siempre nos da la libertad de elegir y no fue Él quien decidió subir a 8 personas a ese vehículo.
Hey, tú, que lees estas líneas y que eres uno más de los que conduce vehículos en este país. Sé conciente, cuídate y así cuidarás a los que te acompañan y a los demás conductores. No bebas alcohol cuando manejes, no andes apurado, sigues las instrucciones de uso de un automóvil, no lo cargues demasiado. Los cinturones traseros y delanteros son para usarlos, la silla del bebé también, no son inventos para que los miremos y los tengamos de adorno.
Nunca digas que eso no te pasará, esperemos que nunca ocurra, pero siempre hay una posibilidad.
No quiero que te lamentes después porque tus niños partieron o porque la mujer que te acompañaba no resistió la embestida. De verdad fue desgarrador escuchar a esas personas cuando se dieron cuenta de lo que había ocurrido. Fue desgarrador ver como un padre y una madre levantaban una lona de plástico para encontrarse con el cuerpo de su hija.
Por favor, tómalo en serio, cuídate.